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viernes, 29 de julio de 2016

Brasil, MERCOSUR y la presidencia pro témpore fallida, por @ENouelV



EMILIO NOUEL 29 de julio de 2016

El cerco democrático se ha ido cerrando en torno al gobierno dictatorial y militarista de Venezuela.

Tuvieron que pasar muchos años y cosas para que este despertar de la conciencia hemisférica y mundial se diera. Los estropicios de una conducción gubernamental errática están a la vista y sus efectos los está sufriendo amargamente la mayoría de los venezolanos con escasez, hambre y angustias indecibles.

Este cuadro político y social siniestro ya es reconocido en el ámbito internacional, y a los gobiernos no se les escapa el potencial de ingobernabilidad que tal crisis puede alcanzar, así como las repercusiones que traería para la región.

Uno de los gobiernos que, entre otros, está adoptando posiciones terminantes frente al de Venezuela, es el de Brasil.

Sobre el peso político y económico de este país en nuestro hemisferio no hace falta abundar.

De allí que sea útil en estos comentarios referirnos a la misiva que recientemente envió el canciller brasileño José Serra al de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, el 19 de julio próximo pasado, sobre el asunto de la Presidencia Pro Témpore de Mercosur.

En tal documento queda meridianamente expresada la posición de Itamaraty sobre el asunto en cuestión.

Recuerda Serra a Nin Novoa la propuesta que hiciera a este último de que la presidencia pro témpore semestral, fuera discutida en el mes de agosto venidero, toda vez que así se podría tener el tiempo prudencial y necesario para  “analizar de manera serena los datos de la realidad”.

En tal sentido, Brasil no acompaña la convocatoria que el canciller uruguayo ha hecho del Consejo del Mercado Común, máxima autoridad del bloque, para el día 30 de Julio próximo.

Serra reitera que al disponer de tiempo suficiente se podría encontrar un camino común que atienda los intereses de Mercosur y sus Estados Partes.

Si bien en esta carta no se refiere los problemas de fondo que llevan tanto al gobierno de Brasil como al de Paraguay a oponerse a que el gobierno de Venezuela ostente dicha presidencia; sin embargo, no quedan dudas acerca de que estos gobiernos están decididos a impedir que un gobierno cuya ejecutoria política y económica va a contravía de los principios que inspiran el bloque comercial, ostente tal representación; sobre todo, en momentos en que cuestiones de envergadura están en juego para el proceso integracionista, entre las cuales, sacudirse el aislacionismo económico y el dañino proteccionismo.

No obstante, el gobierno de Uruguay anunció en días pasados que haría entrega de la presidencia pro témpore con la presencia o no de los países miembros, esgrimiendo un argumento estrictamente jurídico. Cual sería nuestra sorpresa que al día siguiente suspendió la reunión programada, qudando claro que con Itamaraty en contra difícilmente se avanzaría en ese asunto.

La posición del gobierno uruguayo de presionar la entrega de la presidencia es síntoma de una crisis en el bloque cuyas consecuencias son imprevisibles. El gobierno argentino, que en este asunto se ha mostrado vacilante, ha sentado su opinión sobre el gobierno venezolano.

De lo que estamos seguros es de que éste nada aportará de positivo a la marcha de Mercosur y el cambio esperado de orientaciones. Compartimos con un analista brasileño de que el problema no es tanto que presida al bloque, como tener dentro de él a un país con un modelo político-económico en descomposición, “podrido” (Clovis Rossi, en Folha de Sao Paulo).

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