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jueves, 28 de julio de 2016

Preguntas para ir a la Luna por @marinojgonzalez


Por Marino J. González R.


Después de 55 años de elaborado, el memo de Kennedy es una buena guía para los que aspiren a ser estadistas. Pero primero deben tener las preguntas
La semana pasada se cumplieron 47 años de la llegada del hombre a la Luna. Se recuerda siempre ese día. Algo muy importante para los que tuvimos la oportunidad de vivirlo. Luego de casi medio siglo todavía se pueden conocer detalles que hacen más relevante ese acontecimiento.

Buscando ejemplos de visualizaciones, es decir, miradas ordenadas a lo que se puede tener en el futuro, acudí a Internet para obtener datos del gran proyecto de ir a la Luna. Llegué a un web en el cual se encuentran documentos ya de dominio público elaborados por los actores principales involucrados en esa decisión. En particular llama la atención un memo redactado por el presidente Kennedy el 20 de abril de 1961.

De acuerdo con los documentos disponibles, se puede inferir lo siguiente. El 12 de abril de 1961 se produjo el primer vuelo tripulado al espacio, por el cosmonauta soviético Yuri Gagarin. Duró 108 minutos, pero bastaron para que la noticia fuera considerada un éxito de grandes proporciones en la disputa por la supremacía espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética.


Ha debido ser así porque los documentos indican que inmediatamente se reunieron en la Casa Blanca, por una semana, expertos espaciales para responder al éxito soviético. Como resultado de lo que consideró lo más relevante en esa semana de  intercambios, el presidente Kennedy elaboró un memo de poco menos de una página de extensión dirigido al vice-presidente Johnson. En realidad el memo tiene cinco preguntas.

La primera de ellas (la más larga, de seis líneas) indaga sobre las posibilidades que tenían los Estados Unidos de derrotar a los soviéticos en la carrera espacial. Pregunta Kennedy si ello sería posible colocando un laboratorio en el espacio, o realizando un viaje alrededor de la Luna, o a través de un cohete que llegue a la Luna, o más todavía un cohete tripulado que llegue a la Luna y regrese a la Tierra. Termina la pregunta señalando si existe otro medio en que los Estados Unidos puedan ganar. Así de simple.

Las siguientes preguntas de Kennedy plantean el tema de los costos involucrados. También se indica si se está trabajando las 24 horas del día en esas posibilidades, y de no estarlo hace el requerimiento para acelerar el paso. Más adelante pregunta por el tipo de combustible que puede ser adecuado. La pregunta final es: ¿estamos haciendo nuestro máximo esfuerzo? ¿Estamos alcanzando resultados? Le pide a Johnson una respuesta a la brevedad.

La respuesta se produjo a la semana. Johnson reconoce que los Estados Unidos no están haciendo el esfuerzo máximo para alcanzar una posición de liderazgo en la carrera espacial. También indica el Vice-Presidente, que los Estados Unidos podrían circunnavegar la Luna o llevar a ella una nave tripulada en 1966 o 1967. El 25 de mayo de 1961, Kennedy acudió al Congreso en sesión conjunta para proponer el plan de alcanzar la Luna. Lo cierto del caso es que llevó dos años más de lo previsto, pero el éxito fue alcanzado el 20 de julio de 1969.

El memo de Kennedy contiene las preguntas que guiaron los siguientes pasos. Demuestra también una tarea fundamental de los líderes políticos, cual es formular las preguntas adecuadas en los momentos adecuados. Y tener la vocación para incorporarse activamente en las respuestas que vayan surgiendo. También el memo demuestra que los líderes políticos no tienen que saber de todo, pero si deben ser capaces de establecer las premisas y convocar a los equipos calificados para alcanzar las metas de las sociedades. Después de 55 años de elaborado, el memo de Kennedy es una buena guía para los que aspiren a ser estadistas. Pero primero deben tener las preguntas.

27-07-16




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